lunes, 25 de octubre de 2010

Llegó la Unidad 2 sobre el conocimiento científico...

Les propongo analizar estos dos juicios diferentes sobre la ciencia: ¿comparten alguno? ¿o ambos? ¿se contradicen? ¿pueden coexistir ambas valoraciones?

“Nómbrenme cualquier problema del mundo y yo le puedo decir que, aunque es posible que la ciencia y la tecnología no puedan resolverlo, ninguna otra cosa podrá resolverlo.” ASIMOV, Isaac. “El mejor paso atrás”. En 1980. El planeta que no estaba. Bs. As.: Adiax.

“Ciencia y máquina se fueron alejando hacia un olimpo matemático, dejando solo y desamparado al hombre que les había dado vida. Triángulos y acero, logaritmos y electricidad, sinusoides y energía atómica, extrañamente unidos a las formas más misteriosas y demoníacas del dinero, constituyeron finalmente el Gran Engranaje, del que los seres humanos acabaron por ser oscuras e impotentes piezas.”  SÁBATO, Ernesto. 1979. Hombres y engranajes. Bs. As.: Emecé

Me quedo con la tercera pregunta...

Cifuentes escribe (1997):

“...; la pregunta básica sigue siendo: ¿Qué ocurre en el alumno cuando el
profesor está tratando de explicarle en clase de filosofía un concepto
filosófico? O visto desde la perspectiva del profesorado de filosofía: ¿Cómo
debo transmitir la información, usar mi lenguaje para que el alumno
entienda un concepto o problema filosófico?”.

Yo agregaría una tercera pregunta:
¿Qué ocurre en el profesor cuando el alumno puede o intenta decir lo que
piensa sobre una cuestión filosófica que se trata en clase?
Creo que esta es la pregunta didáctica principal, y las otras dos le quedarían
subordinadas. (Sarbach, Alejandro. Tesis doctoral, http://www.tesisenxarxa.net/TDX/TDX_UB/TESIS/AVAILABLE/TDX-0426106-160909//01.ASF_TESIS.pdf)

viernes, 8 de octubre de 2010

Trabajo Práctico nº 2

Problemática del Conocimiento

TRABAJO PRÁCTICO Nº 2
UNIDAD 1: EL CONOCIMIENTO: PROBLEMAS Y CONCEPCIONES
Fecha de entrega: semana del 24 de octubre

Nombres:..........................................
Carrera:............................................

Actividades
1) Elabora una reflexión crítica sobre el papel del conocimiento en el mundo actual. Ten en cuenta las siguientes palabras claves de la reflexión de Lyotard y la significación que tienen en ella: saber, saber científico, sociedad pos-industrial, sociedad posmoderna, investigación, transmisión del conocimiento, producción del conocimiento, valor de uso, Bildung, valor de cambio, mercancía informacional, tecnología informacional, política, sociedad civil, mercado, poder público.
2) A partir de nuestra lectura de Foucault, responde las siguientes consignas:
- Explica los procedimientos de exclusión del discurso identificados por Foucault y propón ejemplos.
- ¿A qué llama Foucault voluntad de saber? ¿Cómo se relaciona con la verdad y el poder?

3) En otro reconocido texto, La verdad y las formas jurídicas Foucault sostiene las afirmaciones que se transcriben. Luego de leerlas con tu grupo, establece relaciones con el texto anterior y escribe una reflexión personal sobre la cuestión de la verdad.

“Hace dos o tres siglos la filosofía occidental postulaba, implícita o explícitamente, al sujeto como fundamento, como núcleo central de todo conocimiento, como aquello a partir de lo cual la libertad se revelaba y podía eclosionar”

“La hipótesis que me gustaría avanzar es la de que hay dos historias de la verdad. La primera es una especie de historia interna de la verdad, la historia de una verdad que se corrige a partir de sus propios principios de regulación: es la historia de la verdad tal y como se hace en o a partir de la historia de las ciencias. Por otro lado o en segundo lugar, me parece que existen en la sociedad, o al menos en nuestras sociedades, muchos otros lugares en donde se forma la verdad, en donde se definen una serie de reglas de juego –reglas de juego a partir de las cuales surgen determinadas formas de subjetividad, determinados objetos, determinados tipos de saber-, y, por consiguiente, se puede, a partir de aquí. Realizar una historia externa, una historia exterior de la verdad.”

“No existe por tanto en el conocimiento una adecuación al objeto, una relación de asimilación, sino más bien, por el contrario, una relación de distancia o de dominación; ...”

4) Ilustra cada época a través de al menos dos imágenes (pinturas, fotografías, cuadros, construcciones, etc.) que den cuenta de:

• El valor del conocimiento
• El concepto de conocimiento y de verdad
• Las relaciones saber - poder

Cada imagen debe ir acompañada de un texto como referencia que desarrolle su significado.

5) Selecciona y transcribe una cita de alguno de los autores trabajados relacionada con alguna de las imágenes elegidas para resolver el punto anterior.

sábado, 2 de octubre de 2010

Esta semana... Foucault: El orden del discurso

Enlace para bajar el texto: http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/680.pdf 


Después de trabajar sobre el diagnóstico de Lyotard y su análisis sobre las transformaciones del saber en las sociedades post modernas, nos preguntamos por las condiciones históricas a través de las cuales esas transformaciones se han hecho posibles. La mirada de Foucault nos llama la atención acerca de la no ingenuidad de los saberes, sobre sus procedimientos de exclusión para imponerse como verdades absolutas....  



Su hipótesis es:
"yo supongo que en toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida por un cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad"

¿Qué piensas de procedimientos que señala Foucault? ¿Cómo operan "lo prohibido", las oposiciones construidas desde los discursos (ej. la razón y la locura, lo verdadero y lo falso),  la voluntad de verdad?¿Qué ejemplos podemos encontrar en nuestro contexto cotidiano? ¿Qué papel desempeña esa (y nuestra) "voluntad de saber" que ha atravesado tantos siglos, según Foucault?


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Aqui les pego una de las entradas de Castro de su libro: "El vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores" (Bs. As., Prometeo, 2004)


Verdad, Juego de verdad, Voluntad de verdad (Vérité, Jeu de vérité, Volonté de vérité).

Situándose bajo la égida de Nietzsche, Foucault concibe la tarea de la filosofía como un trabajo de diagnóstico y no como la búsqueda de una verdad intemporal (DE1, 606). Pero este trabajo de diagnóstico puede, también bajo la égida de Nietzsche, ser concebido como la tarea de llevar a cabo una historia de la verdad. “Es aquí donde la lectura de Nietzsche ha sido para mí muy importante: no es suficiente hacer una historia de la racionalidad, sino la historia misma de la verdad. Es decir que, en lugar de preguntar a una ciencia en qué medida su historia la ha acercado a la verdad (o le ha impedido el acceso a ésta), ¿no habría que decir, más bien, que la verdad consiste en una determinada relación que el discurso, el saber mantiene consigo mismo, y preguntarse si esta relación no es o no tiene ella misma una historia?” (DE4, 54). “Sólo liberándonos de estos grandes temas del sujeto de conocimiento al mismo tiempo originario y absoluto, utilizando eventualmente el modelo nietzscheano, podremos hacer una historia de la verdad” (DE2, 553). • Una historia de la verdad, de la voluntad de verdad o de las políticas de verdad –para utilizar otras expresiones de Foucault– es una historia de los juegos de verdad. “Entiendo por verdad el conjunto de los procedimientos que permiten pronunciar, a cada instante y a cada uno, enunciados que serán considerados como verdaderos. No hay en absoluto una instancia suprema” (DE3, 407). • Foucault distingue entre dos historias de la verdad: por un lado, una historia interna de la verdad, de una verdad que se corrige a partir de sus propios principios de regulación; por otro lado, una historia externa de la verdad. La primera es la que se lleva a cabo en la historia de las ciencias; la segunda es la que parte de las reglas de juego que hacen nacer en una sociedad determinadas formas de subjetividad, determinados dominios de objetos, determinados tipos de saberes (DE2, 541). Las prácticas judiciales, que Foucault estudia ampliamente en “La Vérité et les formes juridiques” (DE2, 538-646), son un ejemplo de estas reglas de juego. Voluntad de verdad. Entre las formas de exclusión discursiva, procedimientos para conjurar los poderes y los peligros del discurso, Foucault enumera la división entre lo verdadero y lo falso (véase: Discurso). “Ciertamente, si uno se ubica en el nivel de una proposición dentro de un discurso, la separación entre lo verdadero y lo falso no es ni arbitraria, ni modificable, ni institucional, ni violenta. Pero si uno se ubica en otra escala, si se plantea la cuestión de saber cuál ha sido, cuál es constantemente, a través de nuestros discursos, esta voluntad de verdad que ha atravesado los siglos de nuestra historia o cuál es, en su forma más general, el tipo de separación que rige nuestra voluntad de saber, entonces, quizás, se ve esbozarse algo así como un sistema de exclusión (sistema histórico, modificable, institucionalmente coercitivo)” (OD, 15). A propósito del carácter histórico y modificable de la separación entre lo verdadero y lo falso, Foucault señala cómo en la época de los poetas griegos del siglo VI el discurso verdadero era el discurso pronunciado por quien tenía el derecho de hacerlo y según el ritual requerido. Un siglo más tarde, en cambio, la verdad del discurso no residía en lo que éste era o hacía, sino en lo que decía. “Entre Hesíodo y Platón se estableció una determinada división que separó el discurso verdadero y el discurso falso; una separación nueva, porque de aquí en adelante el discurso verdadero ya no es más el discurso precioso y deseable, porque ya no es más el discurso ligado al ejercicio del poder” (OD, 17-18). Esta separación ha dado su forma general a la voluntad de verdad: la verdad es del orden de lo que el discurso dice. Pero esta forma general también ha sufrido modificaciones. La voluntad de verdad del siglo XIX no coincide con la de la época clásica (esta última consiste más en ver, en verificar, que en comentar; se trata de la aplicación técnica de los conocimientos) (OD, 18-19). La voluntad de verdad, además, se apoya sobre los soportes institucionales: las prácticas pedagógicas, los sistemas de edición, las bibliotecas, los laboratorios. La voluntad de verdad, por otro lado, ejerce una especie de presión o coerción sobre los otros discursos. La literatura occidental, por ejemplo, ha tenido que apoyarse sobre lo natural, sobre lo verosímil, sobre la ciencia, es decir, sobre el discurso verdadero. Los otros sistemas de exclusión –la palabra prohibida y la separación entre razón y locura– se han vuelto cada vez más frágiles y han derivado hacia la voluntad de verdad (OD, 20-21). A pesar de ello, para Foucault la voluntad de verdad es, entre todos los sistemas de exclusión, aquél del que menos hablamos. “Como si para nosotros la voluntad de verdad y sus peripecias estuviesen enmascaradas por la verdad misma en su desarrollo necesario. Y la razón es quizás ésta: si el discurso verdadero ya no es más, desde los griegos, el que responde al deseo o el que ejerce el poder, en la voluntad de verdad, en la voluntad de decirla, en este discurso verdadero, ¿qué es lo que está en juego, si no el deseo y el poder? El discurso verdadero que la necesidad de su forma independiza del deseo y libera del poder no puede reconocer la voluntad de verdad que lo atraviesa; y la voluntad de verdad, que se nos ha impuesto desde hace mucho tiempo, es tal que la verdad que ella quiere no puede no enmascararla” (OD, 21-22). • Al proponer una verdad ideal como ley del discurso, el discurso filosófico ha fortalecido estas formas de control discursivo que son las formas de exclusión que hemos mencionado (OD, 47-48). • Restituir al discurso su carácter de acontecimiento es una manera de cuestionar nuestra voluntad de verdad (OD, 53). Juegos de verdad. La introducción a L’Usage des plaisirs, el segundo volumen de Histoire de la sexualité, reviste un carácter metodológico y a la vez retrospectivo. Por un lado, Foucault explica las modificaciones que tuvo que afrontar para abordar la cuestión del sujeto, los desplazamientos teóricos que ha tenido que realizar. Por otro, a la luz de estos desplazamientos, Foucault nos ofrece una visión de conjunto de todos sus trabajos. En este contexto aparece por primera vez, entre los textos publicados hasta este momento, la expresión “juegos de verdad”. Luego de haber estudiado los juegos de verdad en el orden del saber y los juegos de verdad en el orden del poder, Foucault se propone ahora “estudiar los juegos de verdad en la relación de sí mismo consigo mismo y la constitución de sí mismo como sujeto, tomando por dominio de referencia y campo de investigación lo que se podría llamar la ‘historia del hombre de deseo’” (HS2, 12). • “El término ‘juego’ puede inducir a error; cuando yo digo ‘juego’, digo un conjunto de reglas de producción de la verdad. No es un juego en el sentido de imitar o hacer la comedia de…; es un conjunto de procedimientos que conducen a determinado resultado, que no puede ser considerado, en función de sus principios y de sus reglas de procedimiento, como válido o no, vencedor o perdedor” (DE4, 725). Política de la verdad. “Creo que lo importante es que la verdad no está fuera del poder ni carece de poder (no es, a pesar del mito cuya historia y función sería necesario analizar, la recompensa de los espíritus libres, el hijo de las largas soledades, el privilegio de quienes han sabido liberarse). La verdad es de este mundo; es producida en él gracias a coerciones múltiples. Y posee en él efectos reglados de poder. Cada sociedad tiene su régimen de verdad, su ‘política general’ de la verdad, es decir, los tipos de discurso que ella acepta y hace funcionar como verdaderos; los mecanismos y las instancias que permiten distinguir los enunciados verdaderos o falsos, la manera en que se sanciona unos y otros; las técnicas y los procedimientos que son valorados para la obtención de la verdad; el estatuto de aquéllos que tienen la función de decir lo que funciona como verdadero” (DE3, 112). Foucault distingue cinco características históricamente importantes de la “economía política” de la verdad en nuestras sociedades: está centrada en el discurso científico y en las instituciones que lo producen; está sometida a una constante incitación política y económica; es objeto de difusión y consumo; es producida y distribuida bajo el control dominante de grandes aparatos políticos y económicos; es la puesta en juego del debate político y de las luchas sociales (DE3, 112-113). A propósito de la relación entre la política y la verdad o, de forma más general, entre el poder y la verdad, Foucault circunscribe su concepción de la verdad con cinco proposiciones: 1) “por ‘verdad’, entender un conjunto de procedimientos reglados para la producción, la ley, la repartición, la puesta en circulación y el funcionamiento de los enunciados”; 2) “la ‘verdad’ está ligada circularmente con los sistemas de poder que la producen y la sostienen, y con los efectos de poder que ella induce y que la acompañan”; 3) “este régimen [el régimen de la verdad] no es simplemente ideológico; ha sido una condición de la formación y el desarrollo del capitalismo”; 4) “el problema político esencial para el intelectual no es criticar los contenidos ideológicos ligados con la ciencia o hacer que su práctica científica esté acompañada por una ideología justa, sino saber si es posible constituir una nueva política de la verdad”; 5) “no se trata de liberar la verdad de todo sistema de poder, lo cual sería una quimera porque la verdad es en sí misma poder, sino de separar el poder de la verdad de las formas de hegemonía (sociales, económicas, culturales)” (DE3, 113-114). Verdad-desmostración / Verdad acontecimiento. En Le pouvoir psychiatrique, Foucault esboza las grandes líneas de una historia de la verdad, oponiéndo la verdad como demostración a la verdad como acontecimiento. Por un lado, el saber científico supone que existe la verdad por todas partes, en todo instante, que cualquier persona, dotada de los instrumentos necesarios, puede descubrirla y acceder a ella. “Digamos, para hablar más esquemáticamente, que nos encontramos aquí con una determinada tecnología de la construcción o de la verificación de la verdad universal, en derecho, con una tecnología de la demostración. Digamos que tenemos aquí una tecnología de la verdad demostrativa que conforma un único cuerpo, en definitiva, con la práctica científica” (PP, 236). Por otro lado, una concepción de la verdad más arcaica que la anterior. Aquí, la verdad aparece como dispersa, discontinua, interrumpida. Se manifiesta sólo en determinados lugares (Delfos, por ejemplo, en la antigüedad) y en determinados momentos. Se trata de una verdad que tiene su geografía y su calendario. En lugar de un sujeto universal, esta verdad tiene sus personajes privilegiados: los profetas, los adivinos, los inocentes, los locos, los sabios. No es una verdad universal, sino, más bien, un acontecimiento.Es necesario provocarla. No nos encontramos, aquí, con la serenidad receptiva del conocimiento, con la contemplación de lo ya dado; sino con el enfrentamiento, con la estrategia. Aquí no es cuestión de método, sino de poder. • Respecto de la relación entre historia de la filosofía y concepciones de la verdad, Foucault señala: “Hay quienes [la referencia es Heidegger] tienen la costumbre de hacer la historia de la verdad en términos de olvido del Ser. Por ello, esa gente, a partir del momento que hacen jugar el olvido como categoría fundamental de la historia de la verdad, se ubica desde el comienzo en los privilegios del conocimiento. Sólo apoyándose en esta relación admitida, planteada de una vez por todas, puede producirse el olvido del conocimiento de algo. Consecuentemente, pienso que ellos, en el fondo, sólo hacen la historia de una de las series que traté de señalar, la serie de la verdad apofántica, de la verdad-descubrimiento, de la verdad constatación, demostración. Ellos se ubican dentro de esta serie” (PP, 237-238). En cambio, la tarea de la arqueología del saber es mostrar que la verdad-demostración es sólo un episodio en la historia de la verdad-acontecimiento. Por ello, la genealogía del conocimiento es necesariamente la otra cara de la arqueología (PP, 238-239). • Ahora bien, a propósito de lo que puede denominarse la globalización de la verdad-demostración, Foucault quiere mostrar cómo la verdad-acontecimiento ha permanecido en Occidente. Éste es el caso de las formas jurídicas y de las prácticas médicas desde Hipócrates hasta el siglo XVIII (PP, 239-242). Según Foucault, dos procesos han llevado a la transformación de la verdad-acontecimiento a la verdad-demostración en la historia de las ciencias empíricas. Por un aldo, el procedimiento político de la “investigación”. Véase: Investigación. Por otro, un procedimiento inverso, los procedimientos de “enrarecimiento” (raréfaction) de los sujetos que pueden conocer la verdad. El sujeto universal de la verdad es, en definitiva, sólo un sujeto abstracto. El sujeto de hecho es un sujeto calificado, construido, en y por las instancias institucionales: las universidades, las escuelas, los laboratorios, etc. • En varios artículos de este vocabulario afrontamos la cuestión de la verdad o, mejor, el análisis foucaultiano de los juegos de verdad. Para la relación sujeto/verdad, véase: Antigüedad, Ars erotica, Ascesis, Confesión, Cristianismo, Cuidado, Descartes, Deseo, Erótica. Para la relación castigo/producción de la verdad, véase: Cuerpo. Para los juegos de verdad, véase: Edipo, Examen, Investigación.