viernes, 17 de septiembre de 2010

Felicidad: ¿ignorancia o saber?: A propósito de nuestra clase de ayer... un cuento de Voltaire

Ayer en clase alguien (que espero que hable por este Blog) preguntó qué es preferible, ¿"ser feliz gracias a la ignorancia" o "saber mucho pero con el precio de ser infeliz"?

Leamos esta historia de Voltaire y ... escucho sus reflexiones!!!

Historia de un buen Brahmín (Voltaire, en: Novelas y cuentos; Planeta, Barcelona)

En el curso de mis viajes tropecé con un viejo brahmín, hombre de muy buen juicio, lleno de ingenio y muy sabio; ade¬más, era rico, y por lo tanto su juicio era aún mejor, pues al no carecer de nada no tenía necesidad de engañar a nadie. Su familia estaba muy bien gobernada por tres hermosas mujeres que se esforzaban por complacerlo; y cuando no se distraía con sus mujeres, se ocupaba en filosofar.
Cerca de su casa, que era bella, bien adornada y rodeada de jardines encantadores, vivía una vieja india, beata, imbé¬cil y bastante pobre.

Cierto día el brahmín me dijo:
—Quisiera no haber nacido.

Le pregunté por qué. Él me respondió:
—Hace cuarenta años que estudio, y son cuarenta años per¬didos; enseño a los demás y yo lo ignoro todo: esta situación hace que mi alma se sienta tan humillada y asqueada que la vida me resulta insoportable. He nacido, vivo en el tiempo y no sé lo que es el tiempo; me encuentro en un punto entre dos eternidades, como dicen nuestros sabios*, y no tengo ni la me¬nor idea de la eternidad. Estoy compuesto de materia; pien¬so, y jamás he podido llegar a saber lo que produce el pensa¬mien¬to; ignoro si mi entendimiento es en mí una simple facul¬tad, como la de andar o la de digerir, y si pienso con mi ca¬beza como cojo las cosas con mis manos. No solamente me es descono¬cido el principio de mi pensamiento, sino que incluso el prin¬cipio de mis movimientos me es igualmente ignorado: no sé por qué existo. Sin embargo, todos los días me hacen pre¬guntas acerca de todos esos puntos; y hay que responderlas; no tengo nada interesante que decir; hablo mucho, y después de haber hablado me quedo confuso y avergonzado de mí mismo.
Lo peor es cuando me preguntan si Brahma fue producido por Visnú o si los dos son eternos. Dios es testigo de que no sé ni una palabra de todo eso, y bien que se ve por mis res¬puestas. "¡Ah, reverendo padre! (me dicen), explicadnos cómo el mal inunda toda la tierra." Mi ignorancia es igual a la de los que formulan esta pregunta; a veces les digo que en el mundo todo va del mejor modo posible; pero los que se han arruinado o han sido mutilados en la guerra no me creen, y yo tampoco me lo creo; me retiro a mi casa abrumado por mi curio¬sidad y mi ignorancia. Leo nuestros antiguos libros y ellos espesan todavía más mis tinieblas. Hablo con mis compañeros: los unos me responden que hay que gozar de la vida y burlarse de los hombres; los otros creen saber algo y se pierden en ideas extravagantes; todo aumenta el sentimiento doloroso que experimento. A veces estoy a punto de caer en la desesperación cuando pienso que, después de tanto estudiar, no sé ni de dón¬de vengo, ni lo que soy, ni adónde iré, ni lo que será de mí.
El estado de este buen hombre me causó verdadera pena: nadie era más razonable ni más sincero que él. Comprendí que cuantos más conocimientos tenía en su cabeza y más sensibili¬dad en su corazón, más desgraciado era.
Aquel mismo día vi a la vieja que vivía cerca de su casa; le pregunté si alguna vez se había sentido afligida por no saber cómo estaba hecha su alma. Ella ni siquiera comprendió mi pregunta: en toda su vida nunca había reflexionado ni un momento acerca de una sola de las cuestiones que torturaban al brahmín; creía con toda su alma en las metamorfosis de Visnú, y con tal de poder tener de vez en cuando agua del Ganges para lavarse, se consideraba la más feliz de las mujeres.

Impresionado por la dicha de aquella pobre mujer, volví a visitar a mi filósofo y le dije:

—¿No os avergüenza ser desgraciado cuando a vuestra puer¬ta hay una vieja autómata que no piensa en nada y que vive contenta?
—Tenéis razón —me respondió—; cien veces me tengo dicho que yo sería feliz si fuese tan necio como mi vecina, y sin embargo no quisiera semejante felicidad.

Esta respuesta de mi brahmín me produjo mayor impresión que todo lo demás; me examiné a mí mismo y vi que en efecto no quisiera ser feliz a condición de ser imbécil.

Propuse el dilema a unos filósofos, que fueron de mi mis¬ma opinión.

—Y no obstante —decía yo—, hay una escandalosa contradic¬ción en esta manera de pensar; porque, al fin y al cabo, ¿de qué se trata?. De ser feliz. ¿Qué importa tener talento o ser necio? Todavía hay más: los que están satisfechos de cómo son, están muy seguros de estar satisfechos; los que razonan, no están tan seguros de razonar bien. Está, pues, bien claro -decía yo- que habría que aspirar a no tener sentido común, por poco que este sentido común contribuya a nuestra infelicidad.
Todo el mundo fue de mi parecer, y sin embargo no encon¬tré a nadie que quisiera aceptar el trato de convertirse en imbécil para vivir contento. De lo cual deduje que, aunque apreciamos mucho la felicidad, aún apreciamos más la razón.
Pero, después de haber reflexionado sobre el asunto, me parece que preferir la razón a la felicidad es ser muy insen¬sato. ¿Cómo, pues, puede explicarse esta contradicción? Como todas las demás. Hay aquí materia para hablar muchísimo.

5 comentarios:

  1. Ser insensato es ser necio, no tener juicio propio. Lo relaciono con el estúpido, que no tiene juicio propio y se deja de llevar de la nariz por los demás. La felicidad, en mi opinión, es alcanzada por medio del amor - cada uno con su amor a lo que sea - y por medio de él tiene los parámetros necesarios para dirigirse tranquilo ya que camina donde su corazón manda. Feo será el caso de aquél, que por necio, se deja llevar por las narices y no deja de sentir vacío dentro suyo! La felicidad no se gana con la ignorancia, sino con la conciencia. Sabiendo mucho no es sinónimo de infelicidad, menos saber poco es ser felíz! Gracias, por favor espero su aporte profe!

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  2. Cada vez que obtengo algun tipo de conocimiento siento gratitud, aun cuando sea algo doloroso o que me demuestre que he vivido creyendo una mentira, pero aun asi me sirve para retomar de nuevo las riendas y comenzar de nuevo pero con la experiencia del conocimiento. Creo que el hombre pasa su vida intentando ser feliz, tratando de tenerlo todo y es algo a mi entender q nunca alcanzara. La felicidad son momentos que tienen principio y final, no son eternos... el recuerdo de esos momentos tal vez lo sea, pero solo llega hasta ahi.
    El hombre por naturaleza o no, siempre a necesitado de otros hombres, y es en esos hombres donde lograremos encontrar las respuestas que nos faltan, de donde obtendremos el conocimiento del que carecemos. Creo que decir que el otro es ignorante porque no conoce de ciencia o maneja los mismos saberes que yo no es justo porque seguramente sera el otro el que me enseñe grandes lecciones de vida.
    Pensar no es malo para mi, lo negativo de ello es la angustia que me genera descubrir los errores de mi accionar o el miedo a cometer nuevos errores, pero creo que esto es una caracteristica de la naturaleza humana y solo hay que lograr tomar una postura diferente frente a los hechos, de ningun modo creo que el conocimiento sea malo pero debemos saber que hacer con el y con las consecuencias de haberlo obtenido...

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  3. Javier me resulta provocadora tu definición de "Feo será el caso de aquél, que por necio, se deja llevar por las narices y no deja de sentir vacío dentro suyo!" Me siento en consonancia con vos. Permitirnos sentir vacío para desde allí construir, como dice Natalí, preocupándonos por saber qué hacer con lo que obtengamos de esa experiencia y sobre todo con las consecuencias que de ello resulten... Gracias chicos por sus interesantes reflexiones!

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  4. hola profe soy eduardo muruga de 1° de historia... el cuento me parecio bastante bueno.... pero a la hora de dar las reflexiones soy un poco malo... pero bueno...

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  5. Creo que las preguntas presentadas no tienen respuesta fija ya que ambas pueden respondidas por distintas perspectivas y puntos de vista ya que algunos prefieren el vacio que trae la ignorancia por lo que se conforman con lo poco que pueden llegar a entender del medio en el que viven y estan aquellos que prefieren ladicha del saber mediante el cual pueden obtener una dominacion sobre ciertas tematicas y adquirir nuevos conosimientos. david pepa

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